Harrison Ford (nacido en Chicago el 13 de julio de 1942) es un actor estadounidense de cine y televisión.

Debe su notoriedad a su colaboración con el guionista, productor y director George Lucas, que fue el primero en darle la posibilidad de confirmarse como actor. Sus papeles de Han Solo en la trilogía original de Star Wars y de Indiana Jones, lo elevaron al nivel de estrella internacional. Aunque un fracaso inicial en taquilla, la película de Ridley Scott, Blade Runner, donde desempeña el papel del cazador de replicantes Rick Deckard, terminó convirtiéndose en una película de culto de la ciencia ficción.

Con más de cinco mil quinientos millones de dólares recaudados en todo el mundo por sus películas, Ford es el actor con mayores ingresos en taquilla de la historia. En 1998 fue elegido, con 56 años, el hombre vivo más sexy del mundo por la revista estadounidense People.

Mundialmente famoso por sus papeles en películas de acción y aventuras, fue galardonado con el premio Cecil B. DeMille en reconocimiento a su trayectoria cinematográfica en la gala de los Globos de Oro de 2002 y en 1994 la National Association of Theatre Owners le otorgó el título de «Estrella del siglo del box-office». Además de las distinciones personales recibidas, seis de las películas en las que trabajó figuran en el National Film Registry, y cinco están clasificadas en el «top 100» del American Film Institute.

Ha puesto su notoriedad al servicio de la conservación de la naturaleza y de la preservación del medioambiente, sensibilizando particularmente sobre la situación crítica de deforestación de los bosques tropicales.

A pesar de su escepticismo ante el camino escogido por su hijo, sus padres le animan a seguir. Sabiendo que no es Wisconsin donde podrá lanzar su carrera, Harrison decide irse a Hollywood con Mary Marquardt, una actriz que conoció durante sus años universitarios y con la que se casaba en 1964.

Ya en California, inicialmente tiene dificultades para conseguir papeles, pero después de una serie de cástines sin resultados, recibe una propuesta de la Columbia Pictures para firmar un contrato de 150 dólares a la semana para hacer pequeñas apariciones en la televisión. Durante este período, Ford escapa por poco de la muerte tras un accidente de automóvil al perder el control de su vehículo y estrellarse contra un poste. Su cicatriz en la barbilla, uno de sus signos distintivos, es una secuela de este acontecimiento. Finalmente en 1966, aparece por primera vez en la gran pantalla en Ladrón y amante con James Coburn, en un papel que no le da derecho a aparecer en los créditos. El mismo año, se libra de una citación para acudir a la Guerra de Vietnam simulando locura. Para ello, les escribe una carta pseudofilosófica a las autoridades para explicar las razones de su acto.
Universal Pictures, el segundo estudio en contratar a Harrison Ford.

En 1967 consigue su segundo papel, también sin aparecer en los títulos de crédito, en la película Luv… quiere decir amor (Luv). Finalmente aparece en La cabalgada de los malditos (A Time for Killing), el mismo año, en la que su nombre figura por primera vez en pantalla, aunque bajo el nombre de «Harrison J. Ford» para diferenciarle del antiguo actor de cine mudo que tiene su mismo nombre. A pesar de estos pequeños papeles, la familia Ford no se inunda precisamente en millones, lo que en ese momento es especialmente problemático ya que Mary da a luz a su hijo Benjamin. El actor acepta mal los pequeños papeles que la Columbia le destina y la imposibilidad de expresar su capacidad interpretativa y su personalidad. El estudio rompe su contrato bajo pretexto de su falta de carisma y a causa de sus constantes observaciones sobre la pobreza de los guiones que le ofrecen. Él admite hoy no haber sido muy cooperativo con el estudio, pero considera que esa arrogancia fue la que le permitió creer en su carrera y esconder su timidez, que hasta entonces estaba a punto de hacerle abandonar el camino que había decidido tomar. Poco tiempo después firma con la Universal Pictures, con la que consigue pequeños papeles en series como El virginiano (The Virginian) o Ironside. Pero sus pequeñas apariciones no son suficientes para mantener las necesidades de su familia, por lo que busca una alternativa a su trabajo de actor.